La poda en verde en cerezo dulce (Prunus avium), bajo las especiales condiciones climáticas del centro-sur de Chile, se recomienda realizarla inmediatamente después de finalizada la cosecha, desde finales de diciembre hasta mediados de febrero dependiendo de la zona y época de maduración de la fruta. Cabe señalar que esta labor es muy adecuada para esta especie frutal, que en general es muy vigorosa y altamente susceptible a ataque de enfermedades bacterianas como Pseudomonas sp., que se acentúa producto de heridas, particularmente con la poda de invierno debido a bajas temperaturas y mayor humedad ambiental. Sin embargo, se ha observado que las podas de verano demasiado anticipadas tienen un efecto no deseado en combinaciones de Patrones portainjertos-Variedad vigorosas, presentando rebrotes de material grueso que muchas veces son indeseados porque no logran lignificarse antes de la entrada del invierno.

Adicionalmente, es importante considerar que la inducción floral del cerezo comienza alrededor de 70 días después de plena flor y a su vez la diferenciación floral ocurre entre 110-140 días después de plena flor, es decir entre finales de diciembre y mediados de febrero, sumando los dos periodos, indicando así la importancia de esta práctica en el periodo anteriormente mencionado. En plantas adultas, cuando el objetivo es aumentar la iluminación de la copa, es preferible realizarla después que ha ocurrido el mayor crecimiento vegetativo. La diferenciación floral no sólo se mejora por la mayor disponibilidad de luz, sino también porque se controla el crecimiento vegetativo exagerado, que es antagónico y competitivo

Como control de vigor, la poda de verano es una práctica desvigorizante, es decir que, si se necesita rebajar la altura de la planta y/o eliminar material es muy importante hacerlo en verano porque la reacción de la siguiente temporada es de mucho menor potencia en términos vegetativos que si se realiza en invierno.

Dependiendo del tipo de conducción, marco de plantación y vigor del huerto esta poda en verde se puede realizar de forma mecanizada “topping”, práctica beneficiosa en la reducción de costos, ya que tiene un efecto positivo en la disminución de jornadas de poda en la temporada. Cabe mencionar además, que los mayores problemas al que está enfrentada la fruticultura en la actualidad es el aumento acelerado del costo de la mano de obra junto a una menor disponibilidad. Esta, en términos porcentuales corresponde a más o menos un 60-70% de los costos totales, y por lo tanto cualquier cambio, repercute fuertemente en la rentabilidad del negocio. Por consiguiente, la tendencia de las nuevas plantaciones, como también los sistemas de conducción modernos, deben ser diseñadas tomando en cuenta la utilización de nuevas tecnologías de mecanización.