A continuación, se indican los principales factores a considerar:

1.       Consideraciones previas:

-          Estimación de los volúmenes a cosechar: Imprescindible para determinar cantidad de mano de obra, materiales de cosecha (cajas, esponjas y escaleras o banquillos) además de la maquinaria necesaria (tractores y portabins principalmente).

-          Capacitación de todo el personal: Dirigida a toda la cadena de mano de obra involucrada en el proceso, desde los cosecheros, jefes de cuadrillas y supervisores hasta los transportistas y controles de calidad.

-          Retroalimentación: Contemplar de antemano un feedback inmediato entre la exportadora procesadora de la fruta y el huerto, para así poder ir corrigiendo las deficiencias a tiempo.

-          Conocer el momento oportuno de cosecha: El cual está definido por la variedad y las exigencias del mercado, al margen de los parámetros de calidad mínimos establecidos (color Rojo a Rojo caoba, 17° Brix mínimos para los sólidos solubles y firmeza mayor a 75 durofel)

-          Horarios y condiciones ambientales: Cosechar lo mas temprano posible habiendo luz natural suficiente. Evitar corta de fruta con lluvias, rocío y con temperaturas sobre los 30°C.

-          Envases cosecheros en buenas condiciones: Se debe verificar que los capachos, baldes y cajas cosecheras se encuentren en buen estado y sanitariamente aptos para su uso.

2.       Consideraciones de recolección:

-          Técnica de cosecha: En ningún caso se debe realizar compresión sobre la fruta al momento de cosechar, más bien se utilizan las yemas de los dedos para tomar el fruto desde el pedicelo y jalarlo hacia atrás de su dirección natural, dejando el fruto posado sobre la palma de la mano. Se utilizan los dedos como pinzas sin el uso de las uñas para conservar un pedicelo sano y turgente.

-          Material vegetal: De vital importancia controlar la extracción excesiva de hojas y su presencia en las cajas cosecheras, ya que pueden ser un agente contaminador y además entorpecer el proceso de selección. Por otra parte, se debe instruir enfáticamente el cuidado de los dardos, ya que estos representan la producción de la siguiente temporada.

-          Capacidad de llenado: Se debe respetar en todo momento la capacidad máxima de llenado de cada recipiente, de esta manera evitar pérdidas por derrame y lo mas importante evitar una excesiva compresión en los frutos de la base.

-          Acondicionamiento de los envases: Se deben utilizar materiales de recolección debidamente acolchados con esponjas para evitar los daños por impacto roce y/o compresión.

-          Reducir al máximo los trasvasijes de fruta: Evitar los trasvasijes de fruta, ya que cada traspaso genera daños por impacto. En caso de realizarlo, por ejemplo, de capacho a caja se debe realizar con mucho cuidado y suavidad.

3.       Consideraciones complementarias:

-          Controles de calidad en huerto: Encargados de entregar información crucial e instantánea de la calidad de la cosecha. Se recomienda evaluación permanente de cada cuadrilla registrando en planillas e informando a supervisores y jefes de cuadrilla los resultados.

-          Uso de esponjas húmedas: Se recomienda usar esponjas mojadas sobre las cajas cosecheras para mantener la hidratación y controlar la temperatura de la fruta.

-          Uso de carpas reflectantes: Se utilizan sobre los bins a modo de proteger la fruta de la radiación solar directa, manteniendo así su temperatura, entre otros.

-          Transportes: Este debe ser realizado por caminos intraprediales en óptimas condiciones y además contar idealmente con sistemas de amortiguación. Por lo demás, debe ser realizado en el menor tiempo posible para evitar sobreexposición a la radiación solar, se debe complementar con el uso de cobertores.

-          Centros de acopio: Estos deben cumplir con condiciones de temperatura regulada, sombra y humedad necesarias para evitar el sobrecalentamiento y deshidratación de la fruta.

Es muy importante velar por cumplir estos principios y otros similares, siendo necesario comentarlos y discutirlos para que se transformen en parte de la cultura de la cosecha, donde no sea algo que se cumpla solamente bajo supervisión, sino una forma natural de trabajo.

Lo anterior, en conjunto con otras buenas practicas permite favorecer una cosecha de altos estándares para cumplir con los mercados más exigentes.