Composiciones de los enraizantes

Existen enraizantes tanto naturales como sintéticos.

Los enraizantes naturales son ricos en elementos como el potasio y el fósforo, estos elementos estimulan en las plantas la generación de raíces secundarias en abundancia, y por lo tanto aumentan la capacidad de absorción de nutrientes de las plantas.

El fósforo es un elemento clave ya que potencia el metabolismo de la planta y favorece su absorción de energía. Combinado con aportes de materia orgánica rica en nitrógeno y potasio fortalecen la absorción de nutrientes de forma natural.

También existen compuestos sintéticos como el ácido indolbutírico y otras hormonas parecidas. Otra línea de sustancias de origen natural que tienen efecto enraizante son los extractos de algas o algunas materias orgánicas y extractos vegetales. Siendo más utilizados los productos en el mercado que complementan tanto fuentes hormonales como extractos orgánicos con presencia de ácidos húmicos y fúlvicos, que buscan un efecto acomplejante de los nutrientes y como acondicionador de suelos, más una alta concentración de aminoácidos libres, los que cumplen una función nutricional y de estimulación de la microflora del suelo.

 

¿Cuándo es conveniente el uso de enraizantes naturales?

El enraizante natural es conveniente usarlo o aplicarlo en las primeras fases del desarrollo de la planta para conseguir que las raíces sean fuertes desde el principio del ciclo de vida, sin embargo según el tipo de planta o árbol, el método de aplicación es diferente.

 

Según el tipo de cultivo, el método de aplicación es diferente.

- Uso en esquejes: Para conseguir que un esqueje desarrolle raíces; debemos disolver el enraizante en agua e introducir la parte inferior del tallo durante 24 horas.

- En árboles: El uso en árboles deberá ser más abundante debido a la cantidad y dureza de sus raíces; será conveniente seguir las instrucciones del producto y regar el árbol de manera abundante con el enraizante.

- Uso en bulbos: Es conveniente diluir el enraizante en agua, y colocar el bulbo en su base sumergido con esta disolución; debemos tener en cuenta que solo deberá estar en contacto con el enraizador la base del bulbo. En el momento que observamos que el bulbo a desarrollado una cierta cantidad de raíces es el momento de transplantarlo a tierra.

 

También es necesario aplicar un enraizante en cualquier situación que pueda debilitar el sistema radicular (exceso o falta de agua, enfermedades o plagas de la raíz, salinidad o exceso de fertilizantes, etc.), y también es muy aconsejable su uso en el transplante.

 

¿Cuándo aplicarlos en los huertos establecidos?

Para los frutales ya establecidos es recomendable utilizar productos que contengan un complemento de sustancias tanto hormonales como extractos orgánicos y aminiacidos libres en alta concentración.

En cultivos de hoja caduca, existen momentos bien definidos de aplicación de los productos enraizantes, estos corresponden al inicio del flush de crecimiento de la raíz. El primero ocurre a mediados de primavera y existe un segundo flush a fines de verano-comienzos de otoño. Este fenómeno está muy determinado por la temperatura de los suelos, por lo cual una buena práctica es hacer el seguimiento de estos momentos en base al monitoreo mediante calicatas.

Se ha observado que, bajo condiciones de temperaturas más cálidas o en el caso de cultivos de hoja persistente, existen más periodos de flush de crecimiento de raíces por temporada. Lo mismo en cultivos de hortalizas de largo aliento, como tomates y otros, es posible estimular en varias oportunidades el crecimiento de la raíz, con resultados muy positivos en el rendimiento del cultivo.

El uso de enraizantes se debe incorporar en una estrategia de manejo más amplia o integral, ya que por sí solo no reemplaza deficiencias en los manejos nutricionales y de riego y su eficiencia es directamente proporcional a la condición de floculación del suelo donde se desarrolla el cultivo.