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Heladas: Tipos y formas de control

08 de August de 2022 | Por Equipo AgroMatch

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Se considera helada cuando se registre temperaturas bajo los cero grados Celsius, ocasionando daño en el cultivo. El nivel de daño que sufra el cultivo dependerá de variados factores tales como la vulnerabilidad de la especie o variedad a bajas temperaturas, estado fenológico, intensidad de la helada, tiempo de exposición, ubicación geográfica, entre otros. Estos fenómenos causados por la variabilidad climática presente en las últimas decadas han llegado a considerarlas como catastróficas para el escenario de la producción agrícola . Por lo anterior, es una prioridad disponer de un efectivo sistema que pueda alertar en forma temprana de la eventual ocurrencia de una helada.

1. Tipos de heladas

a) Heladas Radiactivas: 

Son las que están relacionadas con la fuga intensa, durante la noche, del calor que se ha acumulado en el suelo durante el día, provocando un enfriamiento de las capas bajas de la atmósfera próxima a la superficie. Esto ocurre cuando el cielo nocturno se encuentra despejado, sin viento y el aire tiene baja humedad. En Chile este tipo de heladas predomina a fines de otoño, durante el invierno y a comienzos de primavera y se caracteriza por cubrir con hielo la superficie del follaje. Las plantas amanecen con una capa blanca y por esta razón se denominan también “heladas blancas”.

b) Heladas Advectivas: 

Son aquellas que ocurren por desplazamiento de masas de aire frío provenientes desde el sur, cubriendo áreas extensas de territorio. Son condiciones más persistentes, pudiendo extenderse por varias horas en la noche y parte de la mañana o por varias noches seguidas. Estas heladas se asocian con aire más seco y frío, por lo que son más dañinas para las plantas. Se presentan ocasionalmente pero por sus características, generan grandes daños.


El efecto de la helada sobre el cultivo dependerá, entre otros factores, de la especie y del estado de desarrollo en que se
encuentre, siendo más sensibles las etapas desde botón floral hasta fruto pequeño. Por lo mismo es necesario considerar en
forma muy cuidadosa la ubicación geográfica de las variedades más tempranas, donde los árboles o parras florecen antes,
quedando así más susceptibles a una helada. También son importantes las condiciones propias del predio, donde se presenten
distintas temperaturas mínimas en diferentes sitios, con menores temperaturas en los bajos y en las partes inferiores de laderas.

Algunas macrozonas poseen un alto potencial en cuanto a frecuencia de heladas, por lo cual es necesario, en primer lugar considerar el tipo de cultivo, especie y variedad factibles en esa área, además contar con buenos sistemas de pronóstico que permitan tomar las medidas de prevención, control o mitigación de los daños.

Para minimizar el efecto de las heladas existen diversas técnicas cuyo éxito dependerá de su correcta aplicación y en el momento oportuno. Cabe mencionar que no existe el método perfecto.


2. Sistemas de control

2.1. Sistemas de control pasivo

 Son aquellas prácticas más bien de tipo preventivo, que se establecen antes que ocurran las heladas. Mencionamos algunos ejemplos de estos sistemas:

a) Selección del sitio, especie y variedades: Estos son aspectos importantes y no siempre considerados. La selección del sitio ha tomado renovada importancia por dos razones: a) Debido al interés por establecer plantaciones en nuevas zonas y b) Frente a las nuevas condiciones de variabilidad climática que se están presentando en la actualidad.  La especie y variedad debe ser adecuada al sitio elegido.

b) Uso de barreras al movimiento del aire: Práctica importante para la cual se debe conocer un aspecto relevante del sitio, analizar previamente por dónde ocurre el paso del aire frío para determinar la posibilidad de instalar o eliminar barreras.

c) Mojamiento del suelo: Previo a períodos de riesgos de heladas, es recomendable mantener el suelo con alta humedad, cercana a capacidad de campo. Ello mejora la capacidad de almacenar calor e influye en la temperatura. Esta práctica ha demostrado que eleva la temperatura en 0,3 °C respecto de un suelo con menos humedad. Es una medida adecuada para heladas de tipo radiativas.

d) Eliminar la cobertura vegetal: La existencia de una cubierta vegetal en la entre-hilera, presenta una menor capacidad de acumulación de calor, con un mayor efecto perjudicial de la helada. Cuando no es factible eliminar la cobertura vegetal, es recomendable mantenerla lo más corta posible.

e) Evitar la remoción del suelo entre hileras: En la época de heladas no es recomendable tener el suelo removido o rastreado puesto que entre los terrones almacena aire helado y mientras más espacios con aire existan en el suelo, se tenderá a almacenar y transferir menos calor. Es una medida adecuada para heladas de tipo radiativas.

f) Uso de cubiertas sobre las plantas: Este sistema ha ganado popularidad. La atmósfera bajo las cubiertas mantiene algunos grados más de temperatura que el cielo abierto, porque reduce la pérdida de calor desde el suelo al aire. Las carpas o cubiertas plásticas disminuyen el efecto de heladas radiativas y, si están bien diseñadas, podrían disminuir efecto de heladas advectivas al limitar ingreso de masas de aire frío al cuartel.

2.2 Sistemas de control activo

 Este tipo de control tiene por objetivo aportar calor para evitar que la temperatura caiga bajo el umbral de daño a los tejidos u órganos presentes en las plantas. Existen varias alternativas de métodos activos para controlar heladas:

a) Riego por aspersión elevado (mojando el follaje): Es uno de los métodos que mejores resultados ha logrado y es capaz de controlar heladas de tipo advectivas (que ocurren por masas de aire frío). Se basa en la capacidad del agua de entregar calor en la superficie de la planta. El follaje debe mojarse mientras dure la helada.

b) Calefactores:  Este método se basa en entregar mayor temperatura al aire, bajo el concepto que, si se agrega suficiente calor para nivelar la pérdida de energía, entonces la temperatura del aire no caerá a niveles de causar daño.

c) Torres de ventilación: Se basan en impulsar masas de aire para mezclar el aire caliente que ha subido desde el suelo, con el aire frío cercano a los árboles o parras. La altura de trabajo debe considerar qué tan alta ocurre la capa de inversión térmica. Antes de instalar las torres se debe conocer si ocurre un diferencial de al menos 1,5°C entre los 2 y los 10 metros de altura.

d) Uso de helicópteros: Este método posee altos costos operacionales y es de uso limitado a algunas zonas, debido al nivel de ruido. Es un buen método pues combina la remoción del aire, (por sus aspas), con el calentamiento, (por su turbina), pero requiere de pasadas frecuentes (cada 15 a 20 minutos) y a baja altura.

Se concluye que luego de una helada se debe actuar con mucha prudencia, dejando los árboles o parras tranquilos y esperar que pase el período de heladas. Las labores culturales se iniciarán una vez conocida la respuesta de las plantas al efecto de las bajas temperaturas.

Por último, mencionar herramientas de predicción de riesgo de heladas tal como el "Sistema de monitoreo y alerta temprana de heladas" correspondiente a un servicio del Ministerio de Agricultura a través de la Red Agroclimática Nacional (RAN), para apoyar a los productores agrícolas en sus decisiones para enfrentar mejor estos eventos climáticos.


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