Cabe destacar que la capacitación del personal y su certificación SAG de aplicador son imprescindibles para un correcto uso de productos de índole agroquímico. A continuación, daremos a conocer los principales puntos a considerar en la aplicación de productos fitosanitarios o bien conocidos como plaguicidas.

1. Conceptos

Es necesario conocer algunos conceptos básicos relacionados al producto para estar en conocimiento de la sustancia que se va a manipular.

Grado de toxicidad del producto: La toxicidad puede definirse como la capacidad inherente de un plaguicida para producir daño en el organismo o provocar la muerte.
Uno de los métodos utilizados para expresar la toxicidad es la dosis letal media, información que debe estar indicada en la etiqueta del envase de cada plaguicida. Corresponde a la cantidad del producto necesario para causar la muerte del 50% de los organismos sobre los cuales se aplicó en un ensayo para determinar su toxicidad. Se presenta por el signo DL 50. Se puede determinar por vía oral y entonces se llamará DL 50 ORAL y por vía dérmica, designándose por la abreviatura DL 50 DERMICA. Ambas se expresan en miligramos del producto técnico o ingrediente activo por kilogramo de peso vivo del animal (mg/kg)
La toxicidad aguda por inhalación se representa como CL 50, correspondiendo a la concentración letal. En este caso se refiere a la cantidad de plaguicida respirado con el aire, capaz de causar la muerte del 50% de los animales expuestos. Se expresa en miligramos por litro de aire o partes por millón (p.p.m)

Periodo de reingreso: Es el tiempo mínimo que debe esperarse después de la aplicación para el ingreso de personas y animales al área tratada.

Periodo de carencia: Es el período después de la aplicación, durante el cual la planta, fruta o verdura tratada no se debe consumir por las personas o animales, pues se presume razonablemente que, dentro de este tiempo, el plaguicida que ella aún contiene constituye un riesgo para la salud.

Periodo residual: Se denomina periodo residual al tiempo que los plaguicidas permanecen activos después de su aplicación, conservando propiedades tóxicas con relación a las plagas a controlar u otras especies.
El periodo residual dependerá de las características químicas y físicas del producto, de la formulación que se emplee, de la concentración y las condiciones climáticas después de su aplicación. Es por ello que en las ETIQUETAS se entrega una estimación del efecto residual, que tiene una variación a veces bien amplia de la cantidad de días de efecto. Generalmente los plaguicidas o insecticidas organoclorados poseen un período residual mayor que los organofosforados.

2. Lectura de la etiqueta del plaguicida

Existen cuatro ocasiones en que se deben leer las etiquetas de los plaguicidas:

a. Antes de su compra: Nos permite saber si el producto está autorizado por el SAG y además conocer cuanto producto necesita y cuando aplicarlo.
b. Antes de su empleo o utilización: Nos permite conocer sus restricciones, el equipo de protección necesario para su preparación y aplicación. Además, permite saber que hacer en caso de accidentes
c. Antes de almacenar el plaguicida: Nos entrega recomendaciones sobre su almacenamiento
d. Antes de eliminar los envases vacíos: Permite saber la forma apropiada de eliminar los envases en forma segura

3. Uso de equipos de protección personal (EPP)

El empleo de equipos adecuados de protección es esencial para toda persona que manipula o aplica plaguicidas. Sin embargo, es común observar a aplicadores que realizan su trabajo sin el empleo de equipos apropiados.

Dentro de los elementos esenciales de protección personal, cabe mencionar el uso de:

• Traje con capuchón impermeable
• Botas de caucho o goma
• Guantes de goma que cubran hasta el antebrazo
• Antiparras y mascara facial transparentes
• Mascarilla o respirador con filtros desechables (los cuales deben cambiarse a las 50 horas de uso idealmente)

4. Medidas a considerar durante el proceso de aplicación

a. Antes de la aplicación

• Disponer de la adecuada capacitación para aplicar plaguicidas
• Conocer el producto a aplicar, especialmente su grado de toxicidad
• Leer la etiqueta del producto. Especialmente su periodo de carencia, reingreso, dosis, condiciones de aplicación, etc.
• Disponer del adecuado equipo de seguridad personal
• Verificar condiciones del equipo empleado para la aplicación del plaguicida, especialmente que no presente pérdidas o derrames de producto
• Verificar dirección y velocidad del viento
• Calibrar correctamente el equipo de aplicación
• Instalar letreros de seguridad

b. Durante la aplicación

• Mantener alejadas a personas ajenas a la aplicación. De igual manera asegurar la protección de animales
• No comer, fumar, masticar chicles o beber
• No destapar boquillas con la boca
• No tocar manos, cara u otra parte de la piel con los guantes
• Especialmente importante es lavarse prolijamente las manos con agua y jabón antes de orinar o emplear el baño

c. Después de la aplicación

• Lavar trajes de protección
• Disponer de letreros de advertencia sobre reingreso al área tratada
• Respetar periodo de carencia del producto
• Eliminar residuos de plaguicidas de los equipos en lugares especialmente dispuestos para ello. Una manera adecuada es diluir 10 veces el producto sobrante y eliminarlo en caminos o contenedores de plaguicidas
• Lavar los equipos y guardarlos en forma apropiada
• Secar equipos de protección personal. Idealmente si se seca al sol, la ropa debe invertirse para evitar su deterioro.
• Cambiarse de ropa en el lugar de trabajo
• Lavar la ropa interior separada del resto de la ropa de la familia
• Bañarse adecuadamente con abundante agua y jabón.


5. Manejo de envases vacíos

Se debe realizar el triple lavado de los envases y la consiguiente eliminación de residuos peligrosos. Para ello se debe rellenar hasta un cuarto de la capacidad del envase con agua, cerrar el envase y agitar en forma enérgica durante al menos 30 segundos. Posteriormente se debe vaciar el agua en el equipo nebulizador. Este procedimiento se debe repetir tres veces.
Finalmente se debe perforar el envase, sin dañar la etiqueta para evitar su reutilización. Los envases deben ser eliminados mediante su entrega a organismos especializados que los reciben para su correcta eliminación o reciclaje.